La técnica de dibujo para construir mándalas es muy sencilla, permitiéndonos explorar mezclas de colores, ritmos, repeticiones y secuencias. Los círculos concéntricos se van creando uno apoyado en el otro y la base del mándala comienza a crecer, combinamos los colores que más nos gustan, los más improbables, o simplemente los que nos encontremos frente a nosotros a la hora de trabajar.